En Zaragoza, Paseo de la Independencia, 12.
15 de febrero de 2018.
Entradas a la venta desde el 9 de febrero.
Moderada por:
Mar López
Presidenta de la Fundación Vivir un Buen Morir y Directora docente de la Formación VBM
María José Ochoa
Psicóloga y docente de la Formación VBM
Compartimos las conclusiones del coloquio que se generó tras la proyección de la película. Moderado por Mar López Perez, presidenta de Fundación Vivir un Buen Morir, y por Maria José Ochoa, psicóloga y docente de la Formación VBM
- Importancia de generar espacios donde podamos ayudarnos a afrontar con naturalidad el proceso de morir, desde la sensibilización, la divulgación y la formación.
- La muerte no es un fracaso cuando se ha hecho todo lo que se podía hacer honestamente, sin apegos y sin quebrantar la voluntad del paciente.
- En una sociedad tecnificada como la nuestra la muerte es considerada como un tabú, y especialmente para las generaciones más jóvenes que se ven privadas de recursos y competencias emocionales para afrontar de forma natural el proceso de morir, especialmente en profesiones sanitarias.
- Los cuidados paliativos no son solamente la sedación paliativa en los procesos de agonía en exclusiva. Es también cuidar el entorno y la familia, cuidar al cuidador y darle los recursos necesarios para que se pueda generar una relación de cuidado de calidad.
- La muerte puede ser un proceso de crecimiento, de transformacion y de enriquecimiento si se realiza con sensibilidad y honestidad generando un espacio donde poder compartir de forma sincera y auténtica, afrontando nuestros propios miedos ante la muerte.
- Insuficiencia de unidades de cuidados paliativos: no llegan a toda la población que los necesita, y a veces, se derivan muy tarde.
- La ciudadanía tiene que tener información y formación para que se pueda producir un acompañamiento de calidad. Hay mucho desconocimiento de la legislación vigente por parte de los profesionales sanitarios en materia de Muerte Digna en Aragón, y no se aplica correctamente la Ley de Autonomía del Paciente.
- Cuando no se puede curar, se puede cuidar. Los uidados paliativos no se aplican sólo en la agonía. En muchos casos se aplican muy tarde.
- Desde el afrontamiento de manera realista y con un buen diagnóstico, permitimos a nuestros seres queridos la toma de decisiones importantes y gestionar su proceso de forma adecuada. Favorecer la comunicación sincera y auténtica con quien se está muriendo, es la mejor manera de ayudarle y poder realizar un acompañamiento de calidad.
- Se muere mal en la sociedad actual, donde la muerte se ha profesionalizado, excluyendo a la familia en la toma de decisiones importantes. Apenas hay tiempo para la despedida.
- Es necesario desarrollar habilidades para poder transmitir las malas noticias, no solo en los profesionales sanitarios, sino también para quienes han de afrontar el cuidado de un ser querido. Sólo así se podrá dar espacio a la vulnerabilidad y podremos realizar un acompañamiento de calidad.
- No podemos, ni debemos, decidir por nuestros seres queridos. Se les ha de respetar sus decisiones.
- El silencio y la incomunicación generan mucho sufrimiento y dolor, tanto para el enfermo como para la familia.
- El duelo es un proceso de reajuste y adaptación a la pérdida, no es una enfermedad, y necesitamos nuestro tiempo para gestionarlo de forma adecuada.